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Decía la escritora Isabel Allende en uno de sus libros que teníamos que tener “Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.”

Pero creo que en muchas ocasiones no tenemos esa memoria selectiva para recordar lo bueno, y tan solo recordamos lo peor, especialmente si lo peor es lo que nos está pasando en el presente más inmediato. Es por eso que hoy, en plena crisis político/institucional a todos los niveles, y en los que la política y los políticos se empeñan día a día en desprestigiarse a todas horas, me apetece traer aquí una memoria selectiva para recordar lo bueno, para que nos sirva para tener una prudencia lógica para no arruinar el presente y de optimismo desafiante para encarar el futuro.

En 1980 la banda de música de Guadalupe nombra como nuevo director en Septiembre a Cesáreo Plaza, tras el fallecimiento de Manuel Moreno, hasta ese momento su director. Hasta entonces, la banda había estado funcionando gracias al préstamo de instrumentos que la extinta banda de Villanueva de la Serena les había cedido, pero coincidió que a los dos meses de tomar la batuta Cesáreo, la Banda de Villanueva se reorganizaba y solicitaba que se le devolviesen los instrumentos.

Fueron meses de mucho trabajo entre músicos y miembros del ayuntamiento, de contactar con muchos pueblos de la región solicitando instrumentos en buen estado sin resultados positivos.

La única solución posible para la supervivencia de la banda era por lo tanto la compra de instrumentos nuevos. La respuesta del entonces alcalde de Guadalupe, Federico Gonzalo, y de todos los concejales del ayuntamiento y de todos los grupos políticos no pudo ser mejor: Acordaron ceder sus asignaciones municipales para la compra de los instrumentos, lo que tuvo un importe total de 1.200.000 pesetas de la época.

La Corporación que salvó a la banda, es bueno recordarlo, estaba compuesta por los siguientes concejales:

Federico Gonzalo Cordero (Alcalde)
Tomás García Aceituno
Tomás Rodríguez Sánchez
Juan Carpallo Piris
Francisco Quiroga González
Policarpo Sánchez González
Antonio Gonzalo Ramiro
Justo Regadera Poderoso
Casiano Poderoso Plaza
Juan Antonio Montaña Fernández
Nicanor Bautista Quiroga

El 3 de febrero de 1981, la banda estrenaba los instrumentos con diana y actuación en la romería de la ermita de San Blas.

Han pasado más de 30 años de esta historia en la que los concejales de Guadalupe decidieron ceder sus asignaciones para no perder a la asociación más antigua de la puebla, y hoy nos encontramos con que aun no se ha pagado a la banda el año 2012 y no sabemos a ciencia cierta si nos pagarán y cuanto en 2013, a la vista de los presupuestos presentados por el Ayuntamiento.

En los 80 la gente tenía su optimismo desafiante para encarar el futuro en la vuelta de la política y la democracia, y personas como las que formaban parte de aquella corporación municipal cumplieron con creces sus objetivos para mantener el optimismo en la ciudadanía. Hoy en día, solo podemos acudir a la memoria selectiva para recordar lo bueno, puesto que la falta de prudencia lógica de muchos de los políticos actuales hace que nos estén arruinando el presente, y así dificilmente podremos tener optimismo de ningún tipo para encarar el futuro.

Pese a que la imprudencia ilógica de algunos nos esté arruinando el presente, prefiero ser optimista para desafiar el futuro y pensar que volveremos algún día a cambiar el refrán y a decir que “Por San Blas, a la Banda de Música cuidarás”